domingo, 7 de agosto de 2011

ETAPA 4: La Isla - Gijón (7/08/2011)

El albergue al unísono se despierta a la 6:30. De momento ha sido el único albergue que hemos encontrado lleno, unos 25 peregrinos, la mayoría a pie excepto otros 2 chicos en bici. A oscuras comenzamos la mañana. El día está despejado. Vamos por caminos en donde un perro pastor nos ataca y mordiendo la alforja de Edu. Continuamos por una carretera por la que vamos nosotros solos hasta Villaviciosa donde paramos a reponer fuerzas. A la salida del pueblo, vemos la fábrica de la Asturiana (después de beber toda la vida leche de esa marca me ha hecho gracia) y cogemos un caminito al lado del río.
A partir de este punto ha sido un continuo ascenso que nada tiene que envidiar a O Cebreiro. Ponemos plato pequeño riñón grande y subimos por Nievares hasta el Codal de Peon, donde al llegar a lo alto podemos los Picos de Europa y el valle por donde hemos subido. En el tramo de subida nos separamos ya que Edu coge el camino para peregrinos a pie y Toño sigue por la carretera, saliendo después de varios kms al mismo punto y a la vez! En la bajada podemos ver el mar a lo lejos, descendemos hasta Peon donde reponemos agua. De nuevo otra vez subida, el segundo puerto del día, hasta Curbiello, varios kms haciendo el molinillo, llegando al pueblo y de nuevo una buena bajada hasta, ahora sí, Gijón.
La etapa ha sido la más dura de las que llevamos. Hoy hemos hecho unos 55 kms y llevamos unos 220 en las espaldas.
En Gijón no hay albergue para peregrinos y nos hemos buscado una pensión que viene en la guía Doña Benita, con muy buena ubicación cerquita de puerto pero muy antigua y casi derruida (el suelo está torcido, las puertas no cierran, en mal estado...) pero tenemos cama por módico precio. Después de una ducha de agua fría y de tender la ropa, hemos ido al casco viejo a comer. Hemos bebido unas botellas de sidra y comido muy bien en la sidreria Playa Mayor donde el camarero que nos atendió nos enseñó el cabrales a la Sidra.

2 comentarios:

  1. ¡Ánimo y fuerza! para continuar el camino

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  2. El ánimo parece que lo conservan y la fuerza, a tenor de lo que se cuidan (vaya envidia con vuestra cuidada gastronomía), también

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